AFSCME es la unión de servicios públicos más grande y más temible de la nación y, cada año, nos hacemos un poco más grandes y más temibles.
Desde la última convención de la Unión Internacional en Filadelfia, hemos dado la bienvenida a muchos nuevos miembros en todo el país, y en sectores laborales diversos y en crecimiento. En la 46ª Convención Internacional de AFSCME, celebrada en Los Ángeles, los delegados escucharon a algunos de ellos.
Entre ellos Maggie Pecchioli, partera de Kaiser Permanente en Oakland, California, que se organizó con sus colegas porque Kaiser ignoró sus peticiones de aumentos salariales y mejores beneficios de jubilación.
"Envié una carta a mis compañeras parteras de Kaiser para decirles que ya basta y que ya llegó el momento”, afirma Pecchioli. "El siguiente paso era elegir con qué unión organizarnos, y esa parte fue fácil. Nos reunimos con algunas opciones, pero nos fijamos en nuestras hermanas parteras aquí en el sur que ya se habían organizado con UNAC/UHCP y supimos que también era la mejor opción para nosotros”.
Francisco Luttecke, defensor público en el condado de Franklin y miembro del Concilio 8 de AFSCME Ohio, dijo que él y sus compañeros de trabajo estaban "dramáticamente mal pagados en comparación con otras oficinas de defensores públicos. Vi a compañeros irse a trabajos mejor pagados después de que se les negaran modestos aumentos".
Como la mayoría de los trabajadores del servicio público, Luttecke no se hizo defensor público para enriquecerse. Pero él y sus compañeros se sentían subvalorados e ignorados.
"Cuando planteábamos nuestras preocupaciones a la gerencia, no nos escuchaban", afirma. "Estaba claro que necesitábamos una voz".
Shirley Hall-Belisle, miembro de AFSCME Local 3096 (Concilio 31), es maestra de educación especial en la Academia UCAN de Chicago, un centro que atiende a jóvenes con problemas. Atender a estudiantes de educación especial ya es un trabajo duro y una mala administración lo hizo innecesariamente más duro, dijo.
"Nuestros jefes no nos escuchaban", recuerda Hall-Belisle. "Pedían sugerencias y luego las ignoraban. Nos controlaban mucho. Y en vez de trabajar con nosotros para mejorar la seguridad en la escuela, se dedicaban a echar culpas".
Por eso ella y sus compañeros empezaron a organizarse.
"Sabíamos que AFSCME era la unión de las personas que trabajan en el servicio público", afirma. "Ahora tenemos la voz que necesitamos para luchar por la seguridad que merecemos. No será fácil. La gerencia ha redoblado su conducta hostil desde nuestra elección. Pero sólo podemos ganar si nos mantenemos unidos".
Sameer Shah, médico neumólogo/de cuidados críticos del Hospital MGB-Salem de Boston y miembro del Concilio 93 de AFSCME, dijo que la mayoría de la gente no piensa en los médicos "como candidatos probables para organizar uniones, pero al igual que la gente trabajadora en todas partes, necesitamos una voz en el trabajo".
Shah afirmó que en la última década se ha producido un fuerte cambio en la forma en que se practica la atención de la salud en Estados Unidos. Las grandes empresas y el capital privado están arrebatando las decisiones médicas de las manos de los médicos. Por eso él y sus compañeros se afiliaron a AFSCME.
"Ser un buen médico va más allá de lo que ocurre en la consulta", afirma Shah. "Me afilié a AFSCME para tener el poder de defender a mis pacientes".
Sharon Sherman, asociada bilingüe de experiencias con clientes del sistema de Bibliotecas Públicas del Condado de Jefferson, en Colorado, y miembro del Concilio 18 de AFSCME, dijo que ella y sus colegas formaron una unión porque en su lugar de trabajo no se sentían seguros y la gerencia los ignoraba.
"Escribimos una petición solicitando que los informes de incidentes se compartieran en todo el sistema de bibliotecas y que hubiera trabajadores sociales y de seguridad disponibles en todas las bibliotecas para ocuparse de los incidentes que se produjeran", recuerda. "Estaba claro que no se haría nada si no creábamos poder para nosotros mismos".
Sherman habló en nombre de todos cuando afirmó la razón que tenían para organizarse con nuestra unión.
"Sé que organizarnos con AFSCME es la mejor manera de ganarnos el respeto en el trabajo", afirmó. "Y desde que hemos ganado, hemos visto a trabajadores de condados en todo Colorado alinearse para unirse a nosotros y organizar sus uniones con AFSCME".
Sirlentor Berry of CSEA New York/AFSCME Local 1000 underscored the critical importance of volunteer member organizers. They help strengthen our union and advance workers’ rights. Photo by Sed McCray